jueves, 6 de julio de 2017

I Asked for Loved





¡Ay! ¡Hombre de linaje Maya!
Hazte ojos para ver, oídos para oír, ábrelos, escucha y despierta para poder también morir.

¡Morir íntegramente de una sola vez!

Porque la plenitud que es ella, la Princesa Sac-Nicté, la Blanca Flor del Mayab, sólo la encuentran los hombres en cuyas venas corre la sangre del linaje Maya; son los que nacen a la vida que enciende el beso de sus labios, y ese beso es el beso de la más dulce muerte porque es el besar de la Resurrección...

Despertarás un día y luego morirás y serás libre, completamente libre para poder convertir tu barro en una ánfora justa en la que pueda volcar el Gran Señor Escondido aquella comida y aquella bebida, la única comida y la única bebida con que podrá saciar su hambre y su sed de justicia todo aquel que procura evadirse del valle de los muertos para alcanzar la cima de las hermosas cumbres del Mayab (...)

Me recogí en el silencio de mí mismo, sabiéndome un mendigo de aquella comunión a la que no puede aspirar sino el osado en quien arde la sangre de los hombres Mayas.

Y apareció la luz...

Palpitó aún un poco de tristeza en este miserable corazón de barro porque sentí el fuego y supe que moría para siempre en ese instante, pero moría gozoso porque quería morir...Entonces ella, la más hermosa entre todas las hermosas, la Sagrada Princesa Sac-Nicté, Blanca Flor del Mayab, mostró sus labios para que los besara y su amante sonrisa me encendió únicamente cuando hubo muerto la última gota de temor y de tristeza en mi corazón de barro.

La Tierra entonces se nutrió de Sol, yo me nutrí del fuego del amor.

El corazón de barro se abrió y el fuego lo coció y lo hizo ánfora para el Gran Señor Escondido y los labios de la Princesa Sac-Nicté soplaron en el barro e hicieron de él una forma con su inefable aliento de Eternidad (...)

...en ese instante muere el hombre de barro cuando en sus venas corre la ardiente sangre del linaje Maya. Y entiende para qué y por qué...

Sabe también que a partir de ese entonces vivirá uncido al Mayab sin poder ignorar ni olvidar su entendimiento y que pasarán los mundos, los hombres, las estrellas, los soles, pero jamás pasará la palabra Mayab..."no está a la vista todo lo que hay dentro de esto, ni cuanto ha de ser explicado. Los que lo saben, vienen del gran linaje de nosotros, los hombres Maya. Ellos sabrán lo que esto significa cuando lean. Y entonces lo verán y entonces lo explicarán".



              "El vuelo de la Serpiente Emplumada" de Armando Cosani



Ilustración de 
Stephanie Pui-Mun Law