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En su libro de 1873 sobre su amigo, Channing recupera una vieja anécdota que da buena cuenta de la nobleza y templanza de Thoreau, cimentada ya desde la infancia y que sería la demostración de los aspectos fundamentales de su futuro pensar y vivir, de su comportamiento paciente y de seguridad en
sí mismo más allá de lo que creyeran los demás, de la honestidad que ha de reinar en todo hombre para que la colectividad se beneficie de ello.
Casado da Rocha resume lo contado por Channing de esta manera: "Hartos quizá de sus frías maneras de juez, en la escuela le acusaron de robar la navaja a un compañero. Se limitó a decir que no había sido él. Sólo cuando más tarde se descubrió al verdadero culpable admitió haber estado fuera del pueblo el día del robo. Le preguntaron por qué no había dicho eso antes, les repitió que porque él no había sido el ladrón". Así de sencillo. La verdad, como el agua o el viento en la naturaleza, siempre se abre paso, siempre sale
a la superficie y con ello, tarde o temprano, tal vez desenmascare o haga avergonzarse a los que la negaban o habían inventado mentiras para taparla.
Thoreau quería...
...una vida simple,
que no se complique con cada espinilla,
un alma que ninguna conciencia enferma domine,
tan sana que no deje el universo peor de lo que estaba.
Quiero un alma sincera y seria,
cuyas poderosas alegrías y penas
no se ahoguen en una botella,
para despertar mañana a su lado;
que viva una tragedia,
en lugar de setenta;
una conciencia que valga la pena conservar,
no llorando, sino riendo;
una conciencia sabia y firme siempre,
así como providente;
que con los hechos no cambie,
ni con los halagos comercie
(...)
No quiero un espíritu de madera entero,
predestinado a ser bueno,
sino uno real hasta la médula.
El Triunfo de los Principios. Cómo vivir con Thoreau de Toni Montesinos
Ed. Ariel
http://www.elmundo.es/espana/2017/08/19/5997418822601da8148b45f0.html
http://www.xlsemanal.com/actualidad/20151227/yihadistas-tercera-generacion-claves-9338.html
http://www.elmundo.es/cataluna/2017/08/22/599c06dde5fdea79738b459e.html
http://www.elmundo.es/sociedad/2017/08/27/59a1b237ca4741ec788b45d5.html
Ayer un hombre que estaba siendo tratado por un cáncer me dijo:
hasta que no ves y vives lo que hay dentro de un hospital no puedes ni imaginar lo que es. Yo ya no puedo reir con la misma (*) alegría
con la que antes reía; aunque sane lo que ahora aquí me retiene...sé
que no podré hacerlo nunca más.
Tenía 17 años. La misma edad que mi hija. ¿Por qué?. ¿Nadie se pregunta
por qué un niño -porque era más un niño que un adulto- comete un acto tan sanguinario y violento?. ¿QUE HAY DETRAS?. Aparentemente "parece más fácil y sencillo" continuar con el argumento buenos y malos. Quizás un día ya no lo sea tanto.
(*) será otra...diferente.
RSB
